Sin pasto, sin resultados, sin promedios, sin local o visitante.
Con barro, con wing, con enganche, con fútbol, con mística.
En sinpasto nos gusta hablar del ascenso.
Lo demás, trivialidad.

viernes, 7 de mayo de 2010

Corresponsal: Olimpo de Bahía blanca - San Martín de Tucumán.


Por Gonzo


CAPÍTULO UNO
Nadie puede juzgar por si mismo -dijo encolerizado-. La libertad completa existirá cuando de lo mismo vivir que no vivir. Esa es la meta que todo hombre persigue.
-¿La meta? Pero quizás entonces nadie querrá vivir…
-Nadie –sentenció sin vacilar.


Nadie es libre hasta que se libera, hasta que explota en una reacción que puede contagiar a los cercanos; tanto de manera lastimosa como armoniosa.
Nadie es libre hasta que finaliza todo, y todo tiene una explicación, la cual sólo se consigue con La Historia a favor de uno.
Hoy La Historia es aurinegra.
Un partido trabado, un rival de juego majestuoso, nervios hasta el final, plateístas armados, líneas comprados, árbitros honestos y un nueve local odiado.
Un combo explosivo, en una de las tardes más frías, de una de las zonas más frías de Buenos Aires.

CAPÍTULO DOS
Nadie es libre hasta que lo pierde todo y se queda si nada. Ninguna posesión material nos dará verdadero satisfacción. Hasta la familia. O aun más, el amor. En cuanto un hombre se enamora o funda una familia siente el deseo de propiedad privada.
Nada de eso. Sentiremos el deseo del salvaje y echaremos mano a la embriaguez, la calumnia; recurriremos a la depravación más extremada


Ni un polvo, ni el viejo. Nada. Sólo el gol. Abrir el marcador nos hará libres, y así lo entendió el wing izquierdo tucumano, que fue apilando rivales (incluyendo al arquero) para definir como los talentosos jugadores de la década del 50’. Sin embargo, él línea cobró off side. Cosa que era absolutamente irrisoria. Los pocos hinchas verdinegros largaron una catarata de puteadas sobre el juez. Pero el árbitro, haciendo uso de su facultad de Referee Primero, cobró un penal tan inexistente como la posición adelantada, pero que sin embargo daría justicia. Los tucumanos ganaban uno a cero.

CAPÍTULO TRES
Los judíos vivieron sólo para esperar al verdadero Dios y legaron al mundo al verdadero Dios. Los griegos divinizaron la naturaleza y dejaron al mundo la filosofía y el arte. Roma divinizó el pueblo en el Estado y legó el Estado a los pueblos. Francia fue sólo encarnación y desarrolló el ateísmo.

Y Olimpo divinizó la redonda. Sin más, sin menos. Sin pasto.
En el segundo tiempo los locales salieron a asesinar. Supongo que los inspiró el plateísta que llegó armado al estadio y que tiró un par de tiros al gris cielo del sur argentino. Por suerte (¿por suerte?) no pasó a mayores y siguió el juego. San Martín cagaba a pelotazos a Olimpo, que no pegaba una. Cada vez que el aurinegro llegaba, era de forma céntrica, pero su nueve no sólo no saltaba a buscar el balón, sino que tampoco corría, dejando que los defensores del norte salieran jugando tranquilamente. Los hinchas locales se pertubaron y se la pasaron insultando al nueve, que hacía gestos a los cuatro costados, mostrando en su pantorrilla izquierda un tatuaje de su amado Villa Mitre.
Todo se tranquilizó con el gol de Concistre. Inmediatamente después, llegaría la victoria parcial, de la mano de Brumn; luego de una desinteligencia de la defensa sanmartiniana.
El moño de la fría mañana fue el gol de Zalazar (entro por el abucheadísimo nueve de área), que trasladó a las gradas, la alegría, la locura, la embriaguez, el delirio, la perversión, la explosión, la depravación: La libertad absoluta.


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Sinpasto no se hace responsable por cualquier tipo de falta a la realidad.
Nuestro corresponsal tiene su mirada particular sobre los hechos, la vida y el periodismo. Cualquiera intento es censura, como cualquier intervención estatal en la economía es totalitarismo.

1 comentario:

  1. Che Gonzo, de fútbol algo entendés, pero de economía no cazás una poronga. A lo tuyo.

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